Antonio comenzó a trabajar a los 12 años en una joyería como cadete, luego fue vendedor hasta llegar a ser el gerente de las varias sucursales que tenía la firma.

En 1964, trabajando en la “Galería General Belgrano” tiene la oportunidad de alquilar un local allí. Así nace “Selecciones Inés”, una bijouterie de alta calidad atendida por su esposa Nélida y su hermana.

En 1980, al comprar el local, deja de trabajar en la firma para transformar “Selecciones Inés” en “Antonio Olivella” donde comienza a dar sus primeros pasos en joyería y relojería.

Ya en los “90”, acompañado de su esposa y siendo una joyería consolida, incorpora a su hija Roxana dando inicio a la segunda generación de Olivella.

Hoy en día, luego de haber cumplido 50 años, Antonio y Nélida siguen al frente del negocio, agradeciendo la confíanza de sus clientes, de la mano de su hija y con la satisfacción de empezar con la tercera generación al incorporar a su nieto Gonzalo.